Aunque los fabricantes de materias primas son pocos, el proceso de prensado (axial, isostática, mixto), la temperatura de sinterización y el tipo de estabilizantes utilizado (óxido de itrio, magnesio etc.) influyen en el producto acabado. Estos criterios dependen del tamaño de grano, la variedad cristalográfica y la densidad: es decir sus propiedades fisicoquímicas y mecánicas. En sus inicios en el sector dental el circonio era sinterizado a alta temperatura para ser densificado al máximo, la dureza obtenida era muy alta (1200 Vickers) pero su mecanizado en duro se hacía muy difícil, lo que ha llevado al desarrollo de variedades de circonio con idénticas propiedades químicas, pero para los que la densificación por sinterización no es completa, con el fin de mantener una apariencia calcárea para permitir mejor mecanizabilidad. Se sinteriza para completar la densificación y así darle sus propiedades mecánicas finales.
El circonio más comúnmente utilizado en la industria dental es óxido de circonio Y-TPZ (Yttria Tetragonal Zirconia Polycrystal=circonio tetragonal policristalino estabilizado con óxido de itrio).
Los dos tipos de circonio acaban teniendo propiedades mecánicas similares y cumpliendo siempre con el requisito de resistencia a la flexión > 800 MPa, exigido por normativa internacional en el caso de los puentes cuatro elementos y más (ISO 6872).